¡¡Alerta verano!! Cómo evitar que tu perro sufra un golpe de calor
Los perros están limitados a la hora de controlar su temperatura corporal, por lo que son más vulnerables frente a los golpes de calor. Por ello tendremos que estar alerta y reaccionar de forma rápida si observamos que nuestra mascota se marea, vomita o presenta convulsiones, entre otros síntomas.
Los perros no cuentan con glándulas sudoríparas a lo largo de su cuerpo. Por ello, sólo pueden regular su temperatura corporal mediante el jadeo y el sudor que emiten por las almohadillas de sus patas.
La temperatura corporal de un perro suele oscilar en torno a los 38-39 º y en un golpe de calor puede subir a los 42º-43º. Si no logramos reducir rápidamente dicha temperatura, esta puede dañar a los órganos de nuestra mascota, pudiendo producirle incluso la muerte en los casos más graves.
Hay que prestar especial atención a cachorros, perros de edad avanzada y a los que presenten problemas cardiovasculares o respiratorios, sobrepeso, etc. Algunas razas, sobre todo los que tienen el morro chato, como el bulldog inglés, bóxer o pug o carlino, entre otras, son más sensibles al calor. También habrá que observar especialmente a los perros de piel oscura.
Síntomas de un golpe de calor
Si ves que tu perro presenta alguno de estos síntomas, estate alerta. La atención temprana es esencial para evitar las consecuencias de un golpe de calor.
- Exceso de salivación, respiración rápida y forzada
- Enrojecimiento de las encías, lengua y mucosas azules.
- Confusión, aturdimiento y ansiedad
- Piel dcaliente al tacto
- Presencia de convulsiones
- Aumento del ritmo cardíaco
- Vómitos o diarrea
Si observas alguno de estos síntomas llama a tu veterinario a la mayor brevedad.
Entretanto, es importante bajar la temperatura corporal del perro, pero no de forma brusca. Sitúale en un lugar sombreado y fresco y refréscale mojándole con agua y dale de beber. No utilices hielo ni agua demasiado fría.
Consejos para prevenirlos
Evita las salidas en las horas centrales del día y procura que tenga agua a su alcance en todo momento.
No dejes NUNCA a tu perro solo en el coche o en sitios cerrados expuestos al sol.
Si viajas con tu mascota, haz paradas regularmente y ofrécele agua y procura que “estire las patas”. Usa el aire acondicionado del vehículo y evita que tu perro esté expuesto direcamente al sol. Puedes ampliar esta información en este artículo con consejos para las vacaciones con tu mascota.
Procura darle de comer a primera o a última hora, evitando que haga la digestión en las horas más calurosas.
