Displasia de cadera en perros, qué es y cómo se trata
La displasia de cadera en perros no tiene cura, pero pueden adoptarse una serie de medidas y cuidados para paliar sus efectos sobre nuestra mascota.
La displasia de cadera en perros es una malformación que hace que el fémur no se asienta bien en la cadera, provocando dolor, inestabilidad y problemas de movilidad.
Se trata de un problema de origen genético y bastante frecuente en alguna razas concretas, como bulldog, pastor alemán, labrador o golden, entre otras. En estas razas la incidencia puede estar por encima del 20%.
Síntomas de la displasia de cadera en perros
En el caso de los perros jóvenes o cachorros, la displasia de cadera suele aparecer a los 5-6 meses. Es importante estar atentos ante cualquier síntoma porque el diagnóstico precoz es muy importante a la hora de mejorar la calidad de vida y el pronóstico de la enfermedad.
- El síntoma más evidente de displasia es una cojera bastante evidente, que suele hacer que el perro no tenga ganas de jugar o salir a la calle, que se resbale a menudo con las patas traseras, etc.
- Rigidez en la cadera y/o en las articulaciones (sobre todo en patas traseras)
- Atrofia muscular
- Dolor de pelvis y cadera
- Espalda curva
Tratamiento de la displasia de cadera en perros
El tratamiento de la displasia de cadera, dado que no tiene cura, está dirigido a paliar los síntomas de la enfermedad.
Medicación
La medicación más habitual para estos casos se realiza con medicamentos antiinflamatorios, analgésicos y condroprotectores (medicamentos para proteger los cartílagos). Esto será determinado por el/la veterinario/a en cada caso.
Control de peso
Otra de las medidas a adoptar es el control de peso. El sobrepeso hace que el problema se agrave, por lo que es importante vigilar el peso de tu mascota.
Vigila su dieta y también puedes recurrir al uso de suplementos, como el colágeno marino para perros de Disane. Un suplemento 100% natural concebido para proteger las articulaciones de tu mascota. Contribuye a la restauración del hueso y de los tejidos articulares de los perros, reduciendo el dolor en trastornos como la displasia o la artritis, entre otros.
Ortopedia y fisioterapia
También es muy útil el uso de ayudas ortopédicas, los masajes y la fisioterapia
Los soportes y/o arneses para tratar la displasia de cadera en perros permiten estabilizar la cadera. También ayudan a reducir la inflamación y el dolor, estimulando la actividad del grupo muscular y evitando así la atrofia.
Entre las recomendaciones para la prevención, también es importante evitar los ejercicios de impacto en las articulaciones, como los saltos, especialmente durante la fase de crecimiento del perro, hasta el año de edad aproximadamente.
Por el contrario, la natación, por ejemplo es una actividad que puede ser beneficiosa para perros con displasia o con propensión a tenerla. Al nadar, el perro desarrolla los músculos que rodean las articulaciones sin desgastarlos. Se recomienda hacerlo un par de veces por semana.
Se recomienda realizar un seguimiento especial durante el primer año de vida de tu perro, con revisiones periódicas cada tres meses.
