5 Consejos para bañar a tu perro por primera vez

Si acabas de incorporar un cachorro a la familia, seguro que bañar a tu perro por primera vez te despierta muchas dudas. ¡Te damos algunos consejos a tener en cuenta!

Si tienes que bañar a tu perro por primera vez, has de saber que no se recomienda hacerlo antes de que cumpla los tres meses de vida. Esencialmente se trata de esperar a las vacunas y a potenciar sus defensas para prevenir resfriados y otras posibles infecciones. Hasta ese momento, puedes recurrir a una esponja húmeda para asear a tu mascota.

A partir de los tres meses se recomienda bañar a tu perro una vez al mes.

Bañar a tu perro… ¡haz que sea agradable!

Para iniciarle en los hábitos de higiene es importante que la experiencia sea lo más placentera posible. Para ello ten en cuenta estas recomendaciones:

•  Antes de empezar, asegúrate de tener a mano todos los utensilios que necesites. La esponja, el champú y para facilitar el proceso puedes usar también una pistola pulverizadora como la que encontrarás en el catálogo de Disane. Cuenta con ocho modos de lavado ajustables con diferentes presiones y te permite mezclar el agua y el jabón de forma fácil y cómoda. Tienes toda la información sobre la pistola en este enlace de nuestra web.
• Vigila la temperatura del agua, procura que esté templada, entre 38 y 39 grados.
• Escoge un champú para perros adecuado para tu mascota. Has de tener en cuenta si tienes el pelo largo o rizado o si tiene la piel especialmente sensible. Puedes ampliar la información sobre los diferentes champús y como escoger el más idóneo en este artículo de nuestro blog.
• Empieza el baño por las patas y luego sube a la zona lumbar, para terminar por la cabeza. Te especial cuidado con los ojos y las orejas para que nos les entre jabón en los ojos ni agua en los oídos, que puede provocar infecciones. Distribuye el jabón por todo el pelaje y masajea y frota suavemente. Finalmente aclara bien quitando todos los restos de jabón.
• El secado tras el baño también es muy importante. Usa una toalla para eliminar el resto de humedad y si estamos en invierno a continuación el secador, con movimientos constantes y a una distancia de al menos 20-30 centímetros para evitar quemaduras.